Hwang Yeo Rae es una actriz popular, pero a menudo se burlan de ella debido a sus pobres habilidades de actuación. Para desconectar, viaja a una isla en el Pacífico Sur. Allí se enamora del millonario Johnathan Na y se casa con él. Retirada ya del mundo del entretenimiento, empezará a ser perseguida por un joven fan que la venera. Comedia musical, bizarra y surrealista, que funciona como la versión coreana del Takashi Miike más colorista.

⭐️⭐️⭐️

Una puta locura es lo que es.

Lo que empieza como una película de comedia, que ya ves que de seriedad poca, da una vuelta tremenda a todo lo que podrías esperar, y la convierte en un musical ultra loco, llena de música, colores vivos, y una trama que parece escrita por un niño de 10 años.

Es cierto que la miro mal, empezando que no me gustan nada los musicales, por lo que ya en un principio, me resulta bastante difícil de ver.

Si además le añadimos que es un sinsentido de guion, que todo es tan absurdo como surrealista, que los colores vivos que dan una sensación de estado de tranquilidad, incluso de infantil, contrastan que la malevolencia de la que se dota a los malísimos y sus intenciones.

 

No tenemos que olvidar que se trata de una cinta asiática, por lo tanto esa mirada turbia y nada clara, la siguen teniendo, por mucho musicales y colorinchis que adornen.

Muy merecida su sección en Nuevas Visiones.

Pero sin duda, es una película para tomártela como un pasatiempo, dejarte llevar, aplaudir y cantar como te salga de la butaca.

Kil