Ollie Cross (Tye Sheridan) es un joven paramédico que recorre en ambulancia las calles de Nueva York junto a su compañero Gene Rutovsky (Sean Penn). Rutovsky, bregado en mil batallas y uno de los enfermos de urgencias más veteranos de la ciudad, será su amigo y mentor.

⭐️⭐️⭐️⭐️🌟

Brutal, híper saturada de cosas que suceden en pantalla, fuertes luces, constantemente con el sonido de la ciudad, envuelta en la locura de una ciudad como la New York. Personas egoístas que ponen en peligro su vida y la de los demás.

Un film que te hace odiar la sociedad, el egoísmo y el narcisismo donde vivimos. La temeridad y egoísmo de la sociedad, hace que la dedicación de los profesionales y protagonistas, estén constantemente en peligro, y te enferma esas actitudes horribles y empuja al espectador a pensar déjalo morir, se lo merece, un mierda menos.

También es cierto que estamos hablando de dos pesos pesados de la interpretación, ya que pocos actores más adecuados se me vienen a la mente que Sean Penn para el papel de alguien que está de vuelta de todo, sabe cómo manejar las extremas situaciones con las que han de soportar y sabe de qué piel está hecha la Humanidad.

Actitud que contrasta totalmente con la juventud e ilusión de Tye Sheridan, el novato que entra para ayudar como sea a los pacientes que asiste en emergencias.

Y es que lo que estresa de esta película, que ya hemos mencionado antes el contante ruido y movimiento constante, es el elemento visual del film.

Colores saturados, primeros planos congestionados de dolor, preocupación, diálogos a gritos y un sin aliento de acción.

Está claro que el film es una clara denuncia por el estrés, mala gestión de la rabia, la ansiedad y los nervios que este trabajo genera y sus profesionales no reciben ni ayuda ni tratamiento especial por todo con lo que han de lidiar, un trabajo que ha de ser realmente vocativo para poder realizarlo, ya que las situaciones que viven queriendo ayudar y la gente poniéndoselo tan difícil, es realmente horrible.

Y lo que te deja hecho polvo, es los créditos del final, donde hablan de cifras y casos reales por las que pasa el personal sanitario de emergencias en NY.