O cómo el origen de algo malvado habita en una muñeca.
Uma pareja pierde en un trágico accidente a su querida hija. 12 años más tarde acogen a unas huérfanas y a la monja que las supervisa en su casa. Las únicas normas son no entrar en la habitación de la señora de la casa y no entrar en la habi¡tación de la m¡niña fallecida. Pero la curiosidad y aparariciones en la casa hace que la joven Esther no sólo entre al cuarto de la pequeña fallecida, sino que encontrará una extraña y atrayente muñeca. La actitud de Esther empieza a cambiar, así los extraños ruidos y movimientos de cosas en la casa que se harán cada vez más violentas, poniendo en peligro a dueños y niñas.
He de decir que me gustó muchísimo más que su antecesora Annabelle, y realmente crea clímax y escenas de miedo.
Aunque se sabe perfectamente qué clase de película se va a ver, la de una muñeca diabólica que intenta poseer almas y pasarán cosas horribles con espíritus, cumple muchas veces con la ración de miedo y tensión que se espera en un género como este. Y aunque esperas el susto y no es nada innovadora en el miedo que enseña, ayuda a crear el ambiente no sólo la fotografía, sino también la interpretación de las niñas que creo que lo hacen muy bien.
Muy recomendable para disfrutarla en la noche de Halloween.