
David es el bohemio dueño de una librería de Brooklyn en bancarrota. Tras una visita inesperada de su madre, descubre que su padre ha muerto de un infarto, dejándole en herencia su casa en el Caribe. Raquel, su novia, insiste a David en que vuele a República Dominicana para vender la casa y así poder saldar las deudas y convertir su librería en el lugar que siempre ha soñado. María, una apasionada agente inmobiliaria, le ayudará en la gestión de la venta
La película de Geoffrey Cowper es un rom-com en toda regla, con todos los ingredientes del género: encuentros fortuitos, diálogos chispeantes y una relación que evoluciona entre libros, cafés, miradas, diálogos, sin acabar…. No se deja nada fuera de la fórmula, lo que la convierte en una película ligera, entretenida y con algún toque de humor.
Sin embargo, ahí está su mayor problema: es tan típica que será fácil de olvidar. La historia sigue caminos demasiado previsibles y no ofrece giros sorprendentes ni una identidad propia que la haga destacar en el saturado mundo de las comedias románticas. Se disfruta en el momento, pero no deja huella.
La película se filmó principalmente entre República Dominicana y Nueva York en localizaciones como Ciudad Colonial y playas paradisíacas como las terrenas y Juan Dolió en Santo Domingo, además de emplazamientos míticos en Nueva York Lo que sí se siente auténtico y entrañable es su gran amor por los libros. Se nota que la literatura es un pilar central en la historia, y para quienes disfrutan del placer de perderse entre páginas, esta película tiene un encanto especial.
En definitiva, Books & Drinks es una opción agradable, ligera y sin pretensiones, perfecta para los amantes de los rom-coms clásicos y, sobre todo, para quienes ven en los libros algo más que simples objetos. No sorprende, pero tampoco decepciona.