Frederick Salomon, un fotoperiodista de guerra que se hizo mundialmente famoso por capturar la imagen de una niña volando por los aires como consecuencia de una explosión, regresa al país donde tomó la célebre fotografía veinte años antes. Regresó para recibir un premio, ya que muchos lo consideran una pieza esencial en los recientes esfuerzos de paz en el atribulado país. Pero una periodista local llamada Hanna no está de acuerdo y quiere matarlo por una razón que solo Salomon conoce.

Engaños, mentiras, tráfico de personals, aprovecharse del poder para beneficios de toda clase, en un país inventado pero se nos viene a la cabeza decenas de países corruptos, oasis para ricos, encubrimiento de delitos y más, es lo que encontrarás en La Piel en Llamas de la obra homónima de Guillem Clua y que la lleva a la gran pantalla David Martín Porras.

Aunque Óscar Jaenada hace un papel correcto, el que se lleva la palma es Fernando Tejero, llevando a cabo un papel depravado y totalmente inhumano, que te llena de indignación y asco.

Un film que no deja a nadie indiferente, crudo, mentiroso y cruel.