Siendo de la Ciudad Condal, como todos, en mayor o menor medida, henos escuchado la historia de La Vampira de Barcelona, por lo que sentía gran curiosidad en cómo la habían orientado y trasladado a la gran pantalla, siendo consciente de las limitaciones en su presupuesto y produccicón.
En 1912 varios niños desaparecieron en la ciudad de Barcelona y ante el pánico de los ciudadanos, la policía se volcó en esta búsqueda, con el resultado de la detención de Enriqueta Martí, que acabaría siendo conocida como la Vampira de Barcelona.
La verdad es que me ha sorprendido positivamente por varios motivos y sin duda y la más clara de todas es la resolutiva y bien acertad puesta en escena. Para paliar la falta de presupuesto y la complicación de representar y crear la Barcelona de principios del siglo XX, se escoge el camino de casi teatralizar los escenarios, dando como resultado, escenas muy cuidadas visualmente y sumergen al espectador en un universo fantasmagórico y descuidado de la época.
Alabao sinceramente la dirección ha seguido el film, es decir, se ha guiado por las teorías que hay documentadas sobre que lo pasó realmente con la historia de Enriqueta, donde no se limita a explicar una historia solo, sino que a través del desarrollo de la trama, se abren paso otras historias miseria les y que se repiten siempre a lo largo de todas las época, el sexo con menores y el dinero que hay para tapar y suministrar una red tan asquerosa como inhumana.
Hay que decir no tan a favor de la película que el ritmo a veces es aburrido y no avanzan y, tal vez por la falta de recursos, esta puesta en escena a veces parece el resultado de una telenovela.
Pero no por ello la desmerece y la hace un conjunto interesante de ver y que impactará sin duda alguna. Las actuaciones están muy bien representadas con caras conocidas del panorama catalán que la hacen aún más fácil de situar al espectador en la trama.
Me parece un gran acierto incorporar y dar visibilidad a una parte de la historia, desagradable, que pertenecen a grandes ciudades como es Barcelona por parte de Sitges Film Festival 2020.