Un romance florece entre un hombre introvertido Anx y una mujer segura de sí misma, Cass, poco después de pasar una noche juntos, estalla un misterioso virus a nivel mundial: el cuerpo de las personas se fusionan con la de los objetos.

⭐️⭐️⭐️

Un Arriesgado Enfoque del Body Horror

El cine de terror siempre ha sido terreno fértil para explorar los límites de la imaginación humana, pero Else de Thibault Emin, se adentra en territorios pocos explorados, ofreciendo una visión del body horror que desafía las convenciones del género, la paciencia y resistencia del espectador. No es una película fácil de digerir ni una propuesta destinada al gran público, pero precisamente ahí radica su singularidad.

Un Virus que Fusiona Cuerpos y Objetos

El concepto central de “Else” gira en torno a un virus que, lejos de enfermar a las personas en el sentido tradicional, las fusiona con los objetos con los que están en contacto. Este horror físico no se limita a la carne humana; en el universo de Emin, las personas se convierten en parte de su entorno inmediato: una pared, una alfombra, una sábana.

Este enfoque del body horror se siente innovador y, en cierto modo, casi poético en su ejecución visual. Si bien hemos visto virus y plagas en el cine apocalíptico, el giro de Emin, al convertir a los infectados en parte del entorno, ofrece una nueva visión del horror corporal que incomoda tanto en lo visual como en lo psicológico.

Estética Cromática y Ritmo Contemplativo

Sin embargo, no todos los espectadores encontrarán disfrutable la propuesta de Emin. La película adopta un ritmo lento y deliberado, que en algunos momentos puede resultar excesivamente denso para quienes esperan un desarrollo más ágil. A esto se suma una elección cromática que recurre a la degradación progresiva del color hacia tonos grises y apagados, lo que puede reforzar la sensación de pesadez y monotoneidad a medida que avanza la trama.

Este tipo de decisiones, aunque intencionadas para acentuar la atmósfera asfixiante de la historia, pueden provocar que el público se desconecte emocionalmente de lo que sucede en pantalla. El espectador puede sentirse abrumado, agobiado o incluso aburrido, perdiendo el interés en la narrativa.

El Horror en los Detalles

Uno de los momentos más impactantes de “Else” radica en la solución que los personajes encuentran para evitar el contagio. El virus, según se descubre, se propaga al mirar directamente a los ojos de los objetos, lo que lleva a una decisión espeluznante: algunos padres eligen extraer los ojos de sus hijos para protegerlos de la transformación. Esta escena no solo añade una capa más de horror, sino que también habla de la desesperación en tiempos de crisis, el sacrificio por la supervivencia.

Es en estos momentos donde la película alcanza su máximo poder perturbador, tocando las fibras más sensibles del espectador y planteando preguntas sobre hasta dónde estaríamos dispuestos a llegar para proteger a nuestros seres queridos.

Un Experimento Arriesgado

Es comprensible que “Else” no sea una película para todos. Su enfoque narrativo lento, la atmósfera opresiva y los momentos de horror físico extremo la convierten en una experiencia difícil de digerir para algunos. Sin embargo, para quienes buscan algo diferente dentro del género del body horror, es una propuesta que vale la pena explorar.

Aunque no todos apreciarán la forma en que Emin decide contar su historia, es innegable que ha logrado abordar un tema complejo de una manera original. El cine de terror, cuando se atreve a ir más allá de lo evidente, puede ofrecer reflexiones profundas sobre el cuerpo, la identidad y la desintegración tanto física como psicológica, y “Else” logra justo eso.

“Else” es una película que divide opiniones. Algunos la encontrarán fascinante por su exploración innovadora del body horror y su giro apocalíptico, mientras que otros se sentirán frustrados por su lentitud y estética cromática opresiva.

imposible negar que es un film que deja  huella en aquellos dispuestos a sumergirse en su inquietante visión del horror. Es una película que invita a la reflexión, pero que también pone a prueba los límites del espectador, tanto en términos emocionales como visuales.

Thibault Emin ha creado una obra que no sigue las reglas del cine de terror convencional, y en esa transgresión radica su mayor mérito y, al mismo tiempo, su mayor desafío. “Else” no es una película para todos, pero para aquellos que se atrevan, ofrece una experiencia cinematográfica única y perturbadora.