Una renombrada chamana (Kim Go-eun) y su aprendiz son contratados por una enigmática familia adinerada para investigar la enfermedad sobrenatural que afecta a su hijo primogénito. Con la ayuda de un embalsamador y el experto en feng shui más famoso del país (Choi Min-sik), rastrean una tumba familiar oculta, ubicada en tierra sagrada. Percibiendo un aura ominosa alrededor del lugar, el equipo opta por exhumar y reubicar los restos ancestrales de inmediato. Pero algo mucho más oscuro emerge en la remota montaña, desatando fuerzas sobrenaturales que amenazan con destruirlos a todos.

⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️

Obra maestra del terror asiático que mezcla monstruos, espíritus y deidades

El cine asiático ha demostrado a lo largo de los años ser un terreno fértil para las historias de terror, y “Exhuma”, del director surcoreano Jang Jae-hyun, no es la excepción. Con una duración de poco más de dos horas, esta película combina de manera magistral varios subgéneros del terror, demostrando nuevamente por qué Asia sigue siendo una de las potencias en la creación de horror genuino y memorable.

En “Exhuma”, Jang fusiona el terror de monstruos, el horror de espíritus y el misticismo de las deidades, logrando un cóctel perfecto que no solo entretiene, sino que mantiene al espectador en una constante tensión, a fuego lento pero siempre imparable.

Lo que distingue a “Exhuma” de muchas otras películas del género es su capacidad para mantener un equilibrio preciso entre la narrativa lenta y meticulosa y el desarrollo implacable de los eventos. Desde el principio, el espectador es arrastrado a un mundo en el que las reglas del más allá parecen invadir la cotidianidad, pero lo hace de una manera tan gradual y sutil que, cuando la trama finalmente desata su horror en el tramo final, la tensión contenida se desborda. No es una película de sustos fáciles o de violencia gratuita; el miedo se construye pacientemente, de forma orgánica, hasta alcanzar un clímax de terror que deja al espectador aferrado a su asiento.

El éxito de “Exhuma” no radica únicamente en la atmósfera que Jang Jae-hyun crea a lo largo del film, sino también en las actuaciones extraordinarias del reparto. El elenco ofrece interpretaciones tan convincentes que incluso los elementos más fantásticos de la película —como el desenterramiento de una deidad— se sienten completamente creíbles. En manos menos hábiles, la premisa de desenterrar una entidad divina podría haber resultado ridícula o forzada, pero aquí, el conjunto de interpretaciones y la dirección precisa logran que el espectador no solo acepte esta idea, sino que se sumerja por completo en la angustia y el temor que provocan estos acontecimientos.

Uno de los aspectos más fascinantes de “Exhuma” es su capacidad para mezclar los horrores clásicos de monstruos con el terror espiritual que es tan característico del cine asiático. La película navega entre lo sobrenatural y lo físico con una facilidad envidiable. Los monstruos, representaciones del poder descontrolado de una deidad vengativa, no son solo una amenaza física, sino una manifestación de la culpa, el miedo y la desesperación que arrastran los personajes. Al mismo tiempo, los espíritus juegan un papel crucial en desdibujar la línea entre la realidad y la superstición, un elemento que refuerza la riqueza de las creencias culturales que Jang Jae-hyun explora.

Visualmente, “Exhuma” el uso de sombras, iluminación tenue y escenarios que evocan tanto lo misterioso como lo ancestral, contribuyen a crear una atmósfera cargada de tensión. Cada encuadre parece estar diseñado para aumentar la sensación de incomodidad y presagio, manteniendo una estética que es tan elegante como perturbadora. A medida que la película avanza, la combinación de estos elementos visuales y sonoros logra envolver al espectador en una experiencia sensorial de terror que es difícil sacudirse incluso después de que los créditos finales hayan pasado.

Además para reforzar toda esta sensación de peligro y estar alerta, los colores y la composición fotográfica son de manual, tan bien aplicados, que de forma orgánica y natural encajan como piezas de un puzzle perfecto.

Exhuma” es una obra que no solo hace honor a las tradiciones del cine de terror asiático, sino que las amplifica al combinar elementos de diferentes subgéneros. Jang Jae-hyun ha creado una película que es tan entretenida como perturbadora, y que no recurre a los típicos artificios de sustos repentinos o violencia excesiva. En lugar de ello, ofrece una experiencia de terror que se cuece lentamente, pero que es absolutamente implacable en su avance hacia el desenlace. Sin duda, “Exhuma” es una película perfecta para los amantes del terror psicológico y sobrenatural, y una adición destacada al género que no se debe pasar por alto, especialmente en una fecha tan señalada como Halloween.