Cuando en el Stiges Film Festival 2020, visionas algún film de Midnight Extreme, ya nos indica qué tipo de cine vamos a entonará: bestia, sangriento, violento, a veces absurdo pero sobre todo con mucha mala leche, y Slaxx no es una excepción ni mucho menos.

Cuando un par de jeans poseídos comienza a matar al personal de una tienda de ropa de moda, depende de Libby, una joven vendedora idealista, detener su sangriento alboroto.

La loca idea de unos pantalones asesinos solo tiene cabida en dos sitios: en la categoría del Festival y en una maratón de cine B.

Con momentos divertidos, sangre gratis en todo momento, cumple con su función de ocupar un tiempo para un entretenimiento Justino con interpretaciones de 5€, sin nada destácale más que la idea asesina, lo que la convierten en una película fácil de olvidar.