O cómo el transtorno de personalidad múltiple puede acarrear tan serios problemas a la sociedad.
3 jóvenes chicas suben al coche del padre de una de ellas para volver a casa del centro comercial. Se montan en el coche, se ponen los cinturones y de pronto son rociadas con un gas para dormirlas, ya que el conductor no es su padre, sino un joven con personalidad múltiple. A partir de aquí las jóvenes secuestradas tendrán que ingeniárselas para combatir e intentar engañar a las 23 personalidades múltiples diagnosticadas por el pobre demente, antes de que la 24ª personalidad emerge y se haga dueña de la maldad que ésta personalidad lidera.
Increíble actuación de James McAvoy interpretando tan bien las diferentes características de cada una de las personalidades tan salvajes y complicadas de las que hace gala a lo largo de la película.
Sin duda aborda un tema muy complicado como es la enfermedad en la mente humana, concretamente el diagnóstico de la personalidad múltiple y, sin hacer valoraciones ni a favor ni en contra, cómo la trata, tanto con respeto como con mimo.
Sin duda es un film en la que pasas tensión, nervios y a la vez te maravilla ver la increíble transformación de una misma persona convertida según su mente.
Sin duda, una de las joyas de Shyamalan, que hay que reconocerle cuando hace maravillas así.
Muchos planos que identifican el sello del director, esos primeros planos de chicas horrorizadas pero a la vez intentado pensar en su salvación, un malvado que no lo es tanto…..
Y haciendo hincapié en la película, cuando realmente salté de la butaca para inflarme a aplaudir fue justo en los últimos 10 segundos de película, justo cuando……
De quitarse el sombrero y ojalá haga lo que insinúa con este final, ya que tiene material de sobra con todos los personajes y villanos.