O cómo probando una energías alternativas, se abren portales interdimensionales.
Unos científicos envían a la órbita terrestre una nave con diferentes tipos de profesionales en diferentes áreas, científicos, doctores, etc.. con la misión de probar una nueva tecnología como forma de energía, puesto que en la tierra hay escasez de recursos. Todo cambiará cuando de pronto aparezcan diferentes personajes en escena de un modo nada convencional.
Una nueva entrega de, la que ya se ha convertido en una saga, Cloverfield, aunque cada una diferente a las demás, todas tiene un elemento común con las que enlazar o encontrar un sentido con las otras.
Esta nueva entrega, está bien pensada y con un argumento, al igual que las otras, bien planificado y desarrollado. El hecho de introducir la baza de una realidad alternativa abre muchas posibilidades para futuras secuelas de Cloverfield sin duda alguna.
Además, está muy bien la idea de tener que posicionar al espectador con las incertidumbres y las decisiones catastróficas con las que han de lidiar los personajes durante la convivencia de su presente junto con el presente alternativo.
Los personajes son intensos, no son nada planos, con personalidad propia, llegándolo a transmitir a través de la gran pantalla.
Con sorpresa final que te hace entender o darte cuenta de los órigenes y las consecuencias.
Sin duda alguna, un buen visionado y unos efectos modestos, pero hacen que no se vea con excesos y se vea artificial, o con pocos y se vea pobre.