O cómo se puede hacer una obra de arte en tan poco espacio.
Marquis Warren es un veterano de la guerra retirado, que ahora se ha convertido en un caza recompensas (Samuel L. Jackson) atrapa a una fugitiva de la ley buscada y con recompensa bajo su cabeza. Pero la carroza de caballos que los transporta ha de efectuar una parada forzosa debido a la gran tormenta de nieve que les ha cogido en medio del camino. Harán parada en una fonda con unos inquilinos muy peculiares, momentos en los que Marquis dudará de si estos hombres dicen ser quién realmente son.
The Hateful Eight se ha convertido sin duda en una de mis películas favoritas de Tarantino.
Rodada en Panavison, 70 mm, le da aún un toque más para convertirla en un film muy especial.
Además, está rodada en 2 partes como una obra de teatro se tratará.
La primera parte podría ser perfectamente la obra Los 10 Negritosde Agatha Christie, y sin embargo la segunda parte es 100% Tarantino.
La primera mitad, está llena de diálogos y escenas impresionantes, gran tensión en un salón, tensión gestual, cuerpos a punto de estallar, miradas que dicen más que palabras, y la segunda mitad está llena de acción, sangre y Tarantino.
Me pareció una idea brillante, muy bien rodad e interpretada, transmite muchísimo la intención del director, así como las sensaciones de temperatura, realmente el cambio de temperatura en la película llega al espectador de una manera impresionante.