O cómo trabajar duro, engañar, mentir, drogarse puede convertirte en el rey del mundo.
Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio) es un joven entusiasta, emprendedor, y sobre todo un gran visionario y oportunista. Esta es la historia real de cómo Jordan empezó vendiendo acciones de bolsa a pequeñas empresas y pasó a crear su propia empresa Stratton Oakmont que gracias a las ventas fraudulentas de títulos consigue ganar mil millones de dolares y ser tan rico como famoso. Los excesos de putas, alcohol y todas las drogas imaginables son los día a día que en los que viven tanto él como su empresa ya sea en la oficina como fuera. Pero tanto ruido molesta, y molesta a la agencia del FBI que pronto empezará a investigar qué es lo que realmente está mal en esta empresa.
Basada en hechos reales, nos narra la verdadera historia de cómo este pequeño cabrón llegó a convertir su empleo en un imperio, montones de dinero y mansiones, propiedades, lujo, lujuría y muchas drogas.
Nota curiosa: hacia el final de la película cuando Leonardo está en un cutre congreso de cómo hacer dinero y montar tu propia empresa siendo emprendedor, el locutor que lo presenta es realmente Jordan Belfort, el personaje que interpretea DiCaprio.
La película es increíblemente brutal, genial y divertidísima, gracias al gran trabajo del ojo derecho de Scorsese, Leonardo DiCaprio interpreta la vida de un joven, un joven que se arriesgó y fue intrépido y soñador, aunque con malas artes, consiguió grandes fortunas, papel que a Leonardo le va que ni pintado, es una interpretación de una persona muy seguro de sí mismo, pícaro, persuasivo, inteligente, con fuerte personalidad y gran capacidad de convicción, tal y como nos tiene acostumbrados este gran actor.
Me encantó, divertida, opulenta, llena de excesos y sólo excesos para acabar este personaje como acabó hundido en la miseria, solo, sin familia ni amigos.
Tiene momentos realmente increíbles y grandiosas que si no lo han marcado ya, tendrían que marcar ya una referencia en la historia del cine, como es la escena del colocón por Lemmons, esta escena, creo que pocas veces puede llegar a reproducirse una escena tan cómica como intensa.
Aunque es una película de casi 2 horas, suceden tantas cosas, es tal el caos y los excesos por los que viven que se pasan volando, escenas que no te dejan indiferente y escenas en las que realmente lo pasas mal por ver la locura de dinero que se está perdiendo y malgastando por las fiestas, las drogas, los lujos y todos los vicios inimaginables.
Sin duda, no es que sea un film recomendable, sino que es obligatorio, es una gran película en la que a la que nadie deja indiferente y todo el mundo que la ha visto sonríe al escuchar hablar de ella.