O cómo surge la oportunidad de tu vida, pero has de cambiar prioridades.
Charlie es un Dj del pasado, cosechó un súper exitazo pero la fama, la noche, las drogas y las mujeres, hicieron que perdiera el norte y el dinero. Ahora trabaja pinchando en bodas cutres y eventos familiares, mintiendo a sus padres y sobre viviendo en casa de su tía. El reencuentro con su mejor y famosísimo amigo de la infancia, hará que le surja un trabajo, ser el niñero de su peculiar e inteligente hija.
Una serie blanca, que aunque evidentemente no van a salir ni tetas ni culos, en el tema de las drogas y el alcohol no se cortan un pelo.
La interpretación de los personajes está muy bien conseguida, con unos carácteres muy definidos, pero para mi, hay que destacar el personaje increíble de la pequeña Gabs (Frankie Hervey), que lo hace de premio. Su expresividad, su madurez ante las cámaras, su forma tan madura de interpretar el papel de una niña criada por profesionales de la educación, rodeada siempre de gente famosa por el trabajo de sus padres, surge una niña curtida, manipuladora y escrupulosamente inteligente.
Los 3 adultos principales, Charlie (Idris Elba), Sara (Piper Perabo) y David (DD Field), están muy bien estructurados y el desarrollo y cambio en los personajes, saben absorberlo y plasmarlo de forma efectiva.
Idris Elba, (Luther), es uno de los dos creadores de la serie que cuenta con 8 capítulos de unos 40 min. aprox. cada uno. Su papel es el principal, y lejos de encontrarme a un tío que le iban a hacer la pelota, me encuentro con un fracasado, que aún así quiere seguir con su sueño de ser DJ aclamado de nuevo, y si para ello ha de ser el niéguense, pues se acepta.
Una grata sorpresa de serie, donde el primer capítulo te saca la sonrisa, y aunque la serie no va más, cada capítulo marca el desarrollo del próximo y te entran ganas de querer más y saber qué pasará con Charlie, Gabs, Sara y David.